Vivir de mi sueño: ser profesora de baile
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Desde pequeña, siempre me dijeron que debía estudiar “algo aparte”. ¿Para qué? Para terminar frustrándome sola, para ver cómo todos los demás avanzaban mientras yo me quedaba atrás, comparándome con ellos y cuestionando si era suficiente.
Dejé dos asignaturas de la carrera —el TFG ya lo presenté y lo pasé— por profesores incompetentes, y aunque intenté seguir el camino “seguro” haciendo prácticas de traducción y trabajando con ellos, supe que no era lo mío. La traducción es bonita, pero me cansa mentalmente y no me llena.
Mi familia siempre ha insistido en que termine la carrera, que sin eso “a nivel profesional no soy nada”. Y yo misma me pregunto: ¿para qué? ¿Para frustrarme más y gastar más dinero? Porque, sí, chicos, repetir asignaturas en la universidad cuesta el triple… y la motivación por cumplir expectativas ajenas nunca fue suficiente.
Entonces decidí invertir en algo que realmente quería: otro curso, uno en el que sé que puedo ser buena, en el que puedo crecer y construir mi sueño.
Si te sientes identificado/a, incomprendido/a o poco apoyado/a… enhorabuena, bienvenido/a al club. Tener un sueño no es fácil, y mucho menos si escuchas voces que te dicen lo contrario.
💡 Mi consejo: trabaja en tu pasión, sé constante. La motivación es temporal, la constancia es más fuerte. Sigue tu camino, no escuches las voces sociales o familiares. Cuando lo consigas, ellos se darán cuenta.
Vivir de mi sueño de enseñar baile no ha sido fácil, pero cada paso que doy me acerca a la vida que quiero, y eso no tiene precio.